El despertar de los osos en los medios de comunicación

 Como todas las primaveras, los medios de comunicación se hacen eco de los primeros avistamientos o de los rastros de los osos en nuestra provincia. Siempre hemos criticado el tratamiento que hacen muchos medios de estas noticias. Así, los recientes rastros encontrados en Gabás (Bisaurri), seguramente de la hembra “Sarousse” según fuentes del gobierno de Aragón, van acompañados en los medios de mensajes de inquietud y preocupación por la presencia de este ejemplar.
 E igualmente como ya viene siendo habitual las últimas primaveras, se dan a conocer por los equipos de seguimiento, las primeras fotos, generalmente de cámaras automáticas fijas de detección de animales, de algunos de los 19 ejemplares de osos (población estimada) que se encuentran en la actualidad en ambas vertientes de los Pirineos y que son parte del seguimiento que desde los diferentes territorios se realizan de esta especie y que nos permite conocer los movimientos que realizan.
En esta entrada queremos destacar dos fotos realizadas por cámaras automáticas. Una de ellas instalada por el equipo ONCFS Bear en la localidad de Melles (Midi-Pyrénées), donde se observa una hembra joven no identificada (27 de abril de 2011). Curiosamente, cinco horas después, esa misma cámara recogió la foto (aunque de muy mala calidad) de Pyros, seguramente siguiendo el rastro de la osa, en plena temporada de apareamiento.
Precisamente este ejemplar (Pyros) es el protagonista de nuestra segunda fotografía realizada un mes antes, en este caso desde una cámara instalada por el equipo de seguimiento del Valle de Aran (27 de marzo de 2011), donde se observa este macho reflotándose sobre un árbol.

Los osos son parte de nuestro patrimonio natural y cultural. Nuestra obligación es adoptar cuantas medidas  sean necesarias para garantizar su conservación y la de la ganadería de montaña, que lejos de la imagen de enfrentamiento que nos quieren vender, son partes de un mismo objetivo: la conservación del Pirineo. Para ello, es urgente la aprobación de un plan de conservación de esta especie en Aragón, como marca la normativa medioambiental desde la aprobación en el año 89 de la primera ley de espacio naturales. Son por tanto muchos años de retraso. ¡A qué esperan!