Por
ello, conjuntamente con otros colectivos, como Ansar, Fondo Amigos del Buitre,
Fundación para la
Conservación del Quebrantahuesos y SEO/BirdLife, hemos
solicitado al Consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno
de Aragón, la convocatoria del grupo de trabajo sobre buitres y ganadería, con
el fin de ampliar información sobre las consecuencias en la gestión y
conservación de las aves necrófagas, que se desprenderían con la nueva
normativa.
Huesca es una provincia que alberga poblaciones de animales necrófagos estrictos (buitre leonado, alimoche, quebrantahuesos…) y de necrófagos facultativos (águila real, milano real, milano negro, oso pardo…) de gran importancia. De allí que las asociaciones preocupadas por esta cuestión, nos hayamos alegrado por estos avances, que vienen a plantear una línea de actuación mucho más real, de cómo se había tratado este tema a raíz de las primera normas jurídicas (2002) motivadas por la aparición de
Así,
el reglamento CE 1774/2002 supuso la
obligatoriedad de retirar del campo los cadáveres de animales de abasto,
incluidos los que pudieran contener material especificado de riesgo (MER), para
su análisis y eliminación controlada. Posteriormente fueron apareciendo otros
reglamentos europeos, y decretos estatales y autonómicos, hasta llegar al
último Decreto 102/2009, del Gobierno de Aragón. Todos ellos muy contestados por las organizaciones conservacionistas arriba citadas.
Javier Ara Cajal
Tras la puesta en práctica de todas esas
normativas y la consiguiente perdida de recursos alimenticios que conlleva para
especies que durante siglos habían
contado con los mismos, se empezaron a dar efectos negativos en sus poblaciones
(disminución de ejemplares, reducción de la productividad, comportamientos
anómalos…)
Por
el contrario, el nuevo Real Decreto vuelve a abrir nuevas posibilidades, ya que
permite la utilización de cadáveres de animales fuera de los pocos muladares
vallados donde se venía haciendo hasta ahora. Para ello, el Gobierno de Aragón
deberá declarar las correspondientes zonas de protección para la alimentación
de especies necrófagas.
En esas zonas, para las explotaciones de ganadería
extensiva y los cotos de caza, no sería necesario recoger los cadáveres siempre
que se destinen a la alimentación de especies necrófagas y se cumplan una serie
de requisitos técnicos y sanitarios mínimos. En la carta que le hemos remitido
al Consejero de Medio Ambiente, solicitando la reunión del grupo de trabajo,
también le instábamos a la pronta declaración de estas zonas en nuestra
comunidad autónoma. Esperamos que Aragón no tarde mucho en trasponer el
contenido del nuevo Real Decreto.
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