Evitemos la aprobación de Castanesa
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El proyecto de la ampliación de la estación de esquí se encuentra en su última fase de aprobación.
Es un proyecto promovido por Aramón, empresa del Gobierno de Aragón y una entidad financiera (Ibercaja). Ha sido creado y desarrollado en los años de la burbuja inmobiliaria. Aramón también es propietaria de las estaciones de esquí de Formigal, Cerler, Panticosa, Javalambre y Valdelinares.
El proyecto de ampliación de Celer por Castanesa está vinculado al desarrollo urbanístico de 4.500 segundas residencias en el municipio de Montanuy (Huesca), donde solo viven 180 personas. Es un proyecto de gran impacto ambiental situado en el entorno del Parque Natural Posets Maladeta, donde cada invierno nieva menos a causa del calentamiento global.
Aramón tiene una deuda reconocida de más de 100 millones de € y solo en la última temporada de esquí perdió 22 millones de €. Esta sociedad lleva invertidos en el proyecto de Castanesa 30 millones de € que proceden de prestamos bancarios por los cuales cada año está pagando 2 millones de € en concepto de intereses.
Es un proyecto faraónico, diseñado por el arquitecto Norman Foster cuya inversión total se calcula inicialmente en 400 millones de €.
La coyuntura actual de crisis económica hace totalmente inviable la financiación del proyecto mediante las plusvalías inmobiliarias, tal como en principio se pretendía, por lo que se pagará a base de ampliaciones de capital de la sociedad gestora, provenientes de fondos públicos.
Esta tentativa de aprobación demuestra que el Gobierno de Aragón tiene la voluntad política de mantener las inversiones especulativas propias de otras épocas que nos han llevado a la penosa situación actual. Y, mientras sigue recortando servicios básicos como la sanidad, la educación, las prestaciones por desempleo u otras inversiones prioritarias, con la excusa de la falta de recursos. Así vemos como el dinero de todos se dedica a proyectos insostenibles e insolidarios.
No hay nada que sustente este proyecto salvo la visión obsoleta e interesada de unos gestores políticos y económicos que no son capaces de entender la realidad que les rodea ni de trabajar por el bien común.
El proyecto de la ampliación de la estación de esquí se encuentra en su última fase de aprobación.
Es un proyecto promovido por Aramón, empresa del Gobierno de Aragón y una entidad financiera (Ibercaja). Ha sido creado y desarrollado en los años de la burbuja inmobiliaria. Aramón también es propietaria de las estaciones de esquí de Formigal, Cerler, Panticosa, Javalambre y Valdelinares.
El proyecto de ampliación de Celer por Castanesa está vinculado al desarrollo urbanístico de 4.500 segundas residencias en el municipio de Montanuy (Huesca), donde solo viven 180 personas. Es un proyecto de gran impacto ambiental situado en el entorno del Parque Natural Posets Maladeta, donde cada invierno nieva menos a causa del calentamiento global.
Aramón tiene una deuda reconocida de más de 100 millones de € y solo en la última temporada de esquí perdió 22 millones de €. Esta sociedad lleva invertidos en el proyecto de Castanesa 30 millones de € que proceden de prestamos bancarios por los cuales cada año está pagando 2 millones de € en concepto de intereses.
Es un proyecto faraónico, diseñado por el arquitecto Norman Foster cuya inversión total se calcula inicialmente en 400 millones de €.
La coyuntura actual de crisis económica hace totalmente inviable la financiación del proyecto mediante las plusvalías inmobiliarias, tal como en principio se pretendía, por lo que se pagará a base de ampliaciones de capital de la sociedad gestora, provenientes de fondos públicos.
Esta tentativa de aprobación demuestra que el Gobierno de Aragón tiene la voluntad política de mantener las inversiones especulativas propias de otras épocas que nos han llevado a la penosa situación actual. Y, mientras sigue recortando servicios básicos como la sanidad, la educación, las prestaciones por desempleo u otras inversiones prioritarias, con la excusa de la falta de recursos. Así vemos como el dinero de todos se dedica a proyectos insostenibles e insolidarios.
No hay nada que sustente este proyecto salvo la visión obsoleta e interesada de unos gestores políticos y económicos que no son capaces de entender la realidad que les rodea ni de trabajar por el bien común.
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Más información en la Plataforma de Defensa de las Montañas de Aragón
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Reflexiones sobre el anuncio de aprobación de la estación de esquí de Castanesa
Valle de Castanesa
1. - En Argentina le dicen “el último manotazo del ahogado”, en el mus se llama el órdago del desesperado. Aramón debe 120 millones de euros y tiene una sola oportunidad, con la habitual complicidad de nuestros gobernantes (el señor Bono está en los dos lados) han decidido pedir otro préstamo (el banco siempre les dice sí, ojo al dato), ir al casino y apostarlo todo al trece, rojo y par y si la jugada sale mal, nosotros hemos perdido otro montón de dinero que son hospitales, escuelas y puestos de trabajo en sectores con mucho mejor futuro que el esquí. Hacerlo en el verano en que se va a batir el récord histórico de calor en el Pirineo y cuando hace cuatro días que la DGA tuvo que avalar a la empresa para que no entrase en suspensión de pagos, con problemas hasta para pagar la luz a Endesa, es un despropósito mayúsculo. El gobierno debe dar explicaciones más coherentes que las demasiado absurdas de los retornos o que la nieve es un sector estratégico, o el cuento de que el 10% del PIB aragonés se lo debemos a Aramón, informaciones de economistas que estudiaron en la universidad de la lechera del cuento. Si esperan con esta torpe maniobra que sus solares de Castanesa pasen a valer algo distinto de lo que son, prados de vacas, van dados. Los que tenían que comprar sus viviendas de segunda residencia no tienen ni para la primera, están en el paro, o ganan una miseria y los pocos en situación de invertir no lo harán en un sector ruinoso hasta que se les olvide la catástrofe. Los expertos consideran razonable esperar treinta años para que volvamos a sucumbir al mismo espejismo.
2. - Los medios aragoneses han publicitado generosamente la necesidad de incorporar a Aramón las estaciones privadas aragonesas, en estado económico tan comatoso o más que ella misma. Empezar un proyecto de unión de catástrofes (al menos para el erario público) sin comenzar siquiera el anterior proyecto fallido (Nieve Castanesa lleva perdidos treinta millones y paga casi dos millones de intereses anuales sin amortizar nada de capital) es imposible: los políticos que montaron el asunto exigen razonablemente que se solucionen sus negocios por riguroso orden de turno, de manera que para pasar al negocio Astún-Candanchú, tiene que estar al menos apañado en lo posible el negociete Castanesa.
3. - El gobierno miente a los ciudadanos aragoneses a quienes se ha dicho hasta la saciedad que no hay dinero para mantener servicios básicos como la sanidad, la educación o las prestaciones por desempleo. Esta aprobación demuestra que no falta dinero, sino que el gobierno tiene la voluntad política de desmontar cualquier atisbo de sociedad justa e igualitaria.
4. -Esta maniobra es ingeniería financiera: los terrenos de Castanesa no son urbanizables hasta que se construya “la estación de esquí de Castanesa” por lo que actualmente deberían figurar en los libros de contabilidad por una miseria y si haciendo un remonte multiplican el precio de los prados por mil y los bancos se lo creen pues adelante con el farol.
5. -El Heraldo de Aragón dice que el informe de impacto ambiental caduca a los dos años desde que lo apruebe Rudí esta semana, no es cierto caduca a los dos años desde que se tramitó y aprobó, quedaría obsoleto esta navidad. Es otra razón para que Aramón presione enérgicamente.
6.- Al otro lado del Noguera-Ribagorzana, y a vista de pájaro desde el pico Gallinero de la estación de Cerler, está la estación de esquí de Boí-Taull. A ella se llega por la misma N-230 por donde deberían llegar los esquiadores a Castanesa. Esta estación catalana se encuentra actualmente en suspensión de pagos. Tiene una deuda de 45 millones de euros, los 90 empleados de su plantilla están en un ERE hasta octubre, a la espera que la Generalitat acuda a su rescate y puedan abrir las pistas con los menores costes posibles. La apertura de Castanesa solo conseguiría multiplicar las cuantiosas perdidas de ambas, pues tal como reconoce Aramón se nutrirían de la misma clientela que circula por la N-230. Ambas tienen muchos puntos en común: Boi-Taull es propiedad de una conocida empresa aragonesa, Nozar, cuyos propietarios son amigos de la cúpula de Aramón y del olvidado señor Iglesias. En los inicios del proyecto de Castanesa llegaron a firmar un contrato de intenciones por el cual venderían a Nozar los terrenos recalificados de Castanesa y ellos construirían las 2.500 viviendas cuyas plusvalías se destinarían a la estación de esquí.
7. - El señor Nadal, consejero socialista del anterior gobierno de Cataluña dijo, harto de que las estaciones catalanas le pidieran un modelo similar al aragonés: "el modelo Aramón se lo tendrán que comer los aragoneses con patatas en menos de diez años". Acertó de pleno. Seguimos en manos de los desaprensivos que nos han arrojado a este pozo, y siguen cavando cada vez más hondo. Y así estamos, tristes, pobres y cansinos, a la espera que una desconocida deidad, el gobierno está absolutamente descartado, se apiade de nosotros.
Solicitada inspección de las granjas en construcción de Juseu
Fuente: Radio Huesca
Desde
Ecologistas en Acción Ribagorza solicitan, al Ayuntamiento de Graus,
que se inspeccionen las instalaciones que se están construyendo en el
polígono 9, parcela 45 de Juseu, destinadas a acoger una granja de
vacas, por irregularidades, entre ellas, inexactitudes en el informa
urbanístico en lo que edificaciones se refiere.
Destacan que sin haber hecho una medición exhaustiva de la obra ejecutada, “constatamos que ni las dimensiones, ni la tipología, ni la ubicación de los diversos elementos construidos se corresponden con exactitud con lo proyectado”. Añaden además que “en el proyecto consultado no se fijan con exactitud las dimensiones del movimiento de tierras realizado en las tres grandes terrazas excavadas que constituyen una actuación que afecta al estado medioambiental de la ladera sobre la que se asienta”.
Por ello, desde la agrupación consideran grave la actuación del ayuntamiento que, “recogiendo la alegación presentada por la promotora, ante la paralización ordenada por la Alcaldía, legaliza toda la actuación realizada impidiendo, de esta forma, una posible actuación del INAGA que, ante la magnitud de la obra, quizá hubiera podido tener alguna consideración al respecto”. Denuncian también que en la terraza superior existe una construcción de hormigón armado que no queda recogida en el proyecto y, por ende, en el Informe Técnico que justifica la concesión de la Licencia Ambiental y de Construcción.
Afirman además que “no consta documentación alguna respecto a los caminos de acceso a las instalaciones” y que “por lo que respecta al consumo de agua, hay una valoración “a la baja” para una sola granja”. Inciden que es necesario un seguimiento riguroso de cuantas iniciativas en materia de abastecimiento se realicen en la zona, así como de las afecciones que un abastecimiento con camiones-cisternas pueda representar para la carretera de acceso a la instalación, que lo es también para el núcleo de Juseu y finalizan pidiendo que se exija también el control de las afecciones que sobre las aguas subterráneas pueda tener esta instalación.
Por todo ello, desde Ecologistas en Acción Ribagorza, solicitan la valoración medioambiental del desmonte realizado por parte del organismo competente, así como la inspección por parte de los servicios técnicos municipales para que contrasten la realidad de la obra ejecutada con la recogida en la licencia otorgada, tomando, en caso de que fuese necesario, las medidas oportunas de cara a la restitución de la legalidad urbanística.
Solicitan también que, desde el punto de vista medioambiental, se contemplen las actuaciones que la promotora tiene en tramitación en este momento, como un conjunto y que cualquier valoración técnica o medioambiental se realice sobre el total de actuaciones previstas y que el ayuntamiento realice una labor de seguimiento y evaluación de las afecciones que puedan sucederse.
Destacan que sin haber hecho una medición exhaustiva de la obra ejecutada, “constatamos que ni las dimensiones, ni la tipología, ni la ubicación de los diversos elementos construidos se corresponden con exactitud con lo proyectado”. Añaden además que “en el proyecto consultado no se fijan con exactitud las dimensiones del movimiento de tierras realizado en las tres grandes terrazas excavadas que constituyen una actuación que afecta al estado medioambiental de la ladera sobre la que se asienta”.
Por ello, desde la agrupación consideran grave la actuación del ayuntamiento que, “recogiendo la alegación presentada por la promotora, ante la paralización ordenada por la Alcaldía, legaliza toda la actuación realizada impidiendo, de esta forma, una posible actuación del INAGA que, ante la magnitud de la obra, quizá hubiera podido tener alguna consideración al respecto”. Denuncian también que en la terraza superior existe una construcción de hormigón armado que no queda recogida en el proyecto y, por ende, en el Informe Técnico que justifica la concesión de la Licencia Ambiental y de Construcción.
Afirman además que “no consta documentación alguna respecto a los caminos de acceso a las instalaciones” y que “por lo que respecta al consumo de agua, hay una valoración “a la baja” para una sola granja”. Inciden que es necesario un seguimiento riguroso de cuantas iniciativas en materia de abastecimiento se realicen en la zona, así como de las afecciones que un abastecimiento con camiones-cisternas pueda representar para la carretera de acceso a la instalación, que lo es también para el núcleo de Juseu y finalizan pidiendo que se exija también el control de las afecciones que sobre las aguas subterráneas pueda tener esta instalación.
Por todo ello, desde Ecologistas en Acción Ribagorza, solicitan la valoración medioambiental del desmonte realizado por parte del organismo competente, así como la inspección por parte de los servicios técnicos municipales para que contrasten la realidad de la obra ejecutada con la recogida en la licencia otorgada, tomando, en caso de que fuese necesario, las medidas oportunas de cara a la restitución de la legalidad urbanística.
Solicitan también que, desde el punto de vista medioambiental, se contemplen las actuaciones que la promotora tiene en tramitación en este momento, como un conjunto y que cualquier valoración técnica o medioambiental se realice sobre el total de actuaciones previstas y que el ayuntamiento realice una labor de seguimiento y evaluación de las afecciones que puedan sucederse.
El oscuro futuro del deporte blanco
Artículo
publicado en la revista Ecologista,nº 73, verano 2012
El
oscuro futuro del deporte blanco. Estaciones de esquí
Mariano
Polanco (Miembro de Ecologistas en Acción Sabiñánigo, esquiador y
habitante de la montaña).
Los
paisajes de montaña se formaron con una gran lentitud y atesoran
demasiada belleza y valor como para ser destruidos o degradados del
modo en que lo estamos haciendo. La industria del esquí y sus
desmesurados desarrollos urbanísticos son en buena parte
responsables de esta situación.
El
sector del esquí acaba de sufrir otro duro revés al final de una de
las peores temporadas de las últimas décadas por falta de nieve y
agotamiento del insostenible modelo por el que han optado la mayoría
de las estaciones. Hace siete años, en el IV Congreso Mundial de
Turismo de Nieve y Montaña, los expertos de todo el mundo
advirtieron del agotamiento del patrón del negocio del esquí y una
de las voces más pesimistas fue la de su secretario general,
Francesco Frangialli, que aseguró: “El negocio
de
la nieve tira piedras a su propio tejado al mantener el modelo
actual”.
Cañones
contra el cambio climático
La
complicada situación vigente es el resultado de una imprudente y
precipitada huida hacia adelante tratando de tomar ventaja a unas
condiciones meteorológicas y económicas cada vez más
desfavorables. La ostensible disminución de precipitaciones de nieve
se ha tratado de paliar con costosísimos sistemas de innivación
artificial, pero las crecientes adversidades van desbordando las
capacidades de los cañones de nieve, el aumento de las temperaturas
reduce su utilización y otras veces funde en pocas horas la nieve
producida con un alto coste energético y ambiental. Estos
equipamientos requieren
de
enormes balsas de acumulación y de captaciones de agua en los cursos
de los ríos de montaña provocando impactos y deteriorando su zona
más frágil y vulnerable además de alterar el ciclo hidrológico en
la alta montaña.
La
costosa inversión y el alto gasto de funcionamiento está empezando
a ser un lastre en vez de una solución y además las perspectivas
climáticas son muy hostiles. Jean Paul Ceron, del Centro de Derechos
Ambientales de la Universidad de Limoges, advierte de que esas
millonarias inversiones podrían quedar en nada si el cambio
climático sigue desbordando las predicciones. Caso paradigmático ha
sido el incendio del pasado marzo en el Valle de Castanesa (Pirineo
aragonés) en el que las llamas subían quemando pastizales hasta las
cumbres a 2.600 metros de altura y luego descendían por los valles
contiguos. Resultaba desolador contemplar que donde hace años se
acumulaba la nieve, el fuego calcinaba los pastos de montaña.
Incluso así el Gobierno de Aragón mantiene el propósito de
desarrollar una inviable y megalómana estación de esquí con
macroedificios en collados a 2.300 m de altura y pretende construir
4.000 viviendas en un valle habitado por menos de 100 vecinos.
El
binomio nieve-ladrillo
Construcción
de un aparcamiento en Formigal,
inicialmente previsto para 3.000
plazas,
la desestabilización de la ladera lo redujo
a 1.200.
|
A
las hostiles condiciones meteorológicas se ha sumado el equivocado
modelo seguido, que ha depositado en el insostenible binomio
nieve-ladrillo todas las proyecciones a futuro. Las estaciones de
esquí son empresas deficitarias, que han sustentado su financiación
con la urbanización de zonas periféricas recalificadas de rústicas
a urbanizables. Esta prebenda está indisolublemente asociada
a la concesión del aprovechamiento, para el esquí, del monte
público. Agotada la superficie edificable, la crisis estaba
asegurada, pero las Administraciones han ido colaborando con la
ampliación de estas zonas o la hipertrofia urbanística de los
pueblos del entorno.
La
faceta más oscura se ha manifestado cuando las Administraciones
autonómicas –sobre todo el Gobierno de Aragón– han tomado bajo
su tutela estas empresas, protagonizando los peores ejemplos de
especulación urbanística y la adopción de tipos de estaciones de
esquí tremendamente destructivas. En vez de adaptar los proyectos al
relieve de las montañas, se ha optado por intervenir de forma
devastadora, desfigurando la montaña y desestabilizando laderas con
un coste y destrucción ambientales irrecuperables. La misma
administración que promueve estas actuaciones es la que rige todo el
procedimiento de evaluación ambiental de los proyectos, con lo que
el resultado positivo está garantizado, con algún irrelevante
recorte. La artimaña ya es vieja y muy conocida: “Proyecta una
monstruosidad para que te autoricen una barbaridad”. Y con esta
simpleza la autoridad ambiental intenta un imposible lavado de cara.
Al
destrozo paisajístico y ambiental habría que añadir el
patrimonial. En el Pirineo aragonés, un espantoso edificio de
apartamentos, hunde sus cimientos en el yacimiento del monasterio
medieval de Santa Cristina de Somport y varios monumentos megalíticos
han sido afectados en su estructura o con la degradación del
entorno.
Además,
con la connivencia de casi todas las Administraciones, las estaciones
de esquí existentes, sus ampliaciones y las proyectadas, han
disfrutado de unos inexplicables privilegios para sortear todos los
impedimentos legales, ya sean urbanísticos, ambientales o de
cualquier otra índole. Desgraciadamente en el tema que nos ocupa la
práctica de los hechos consumados ha sido una conducta
practicada con prepotente frecuencia. Hasta tal punto que las
Administraciones ante sentencias contrarias de los tribunales, han
llegado a
modificar
leyes de protección ambiental para tratar de emplazar instalaciones
de esquí en Parques Naturales, descatalogando zonas de alto valor
ecológico, dando cobertura a maniobras de especulación urbanística
que son el auténtico fin de la iniciativa. El proyecto de estación
de esquí de San Glorio en las montañas cantábricas es el paradigma
de estas prácticas. Pero más lamentable es el caso de Port Ainé,
una estación que vivió un proceso parecido y que creó polémica
desde su apertura debido a que se instaló en una zona de máximo
interés ecológico que albergaba una importante población de
urogallo: cuando su situación económica llegó a ser inviable el
Instituto Catalán de Finanzas acudió en su socorro; y cuando no
pudo hacer frente ni a los intereses de los créditos concedidos, la
Generalitat tuvo que hacerse cargo de ella.
A
cargo del contribuyente
Las
estaciones más deficitarias regidas por empresas privadas suelen
contar con injustificables créditos otorgados por entidades
administrativas. Cuando les resulta imposible afrontar la
amortización y llegan al colapso económico son integradas en
empresas públicas, soportando los ciudadanos las deudas acumuladas,
los gastos de explotación y los costos de renovación de
equipamientos. La Generalitat de Cataluña se ha hecho cargo de las
deficitarias estaciones de Port Ainé, Espot, Vall Nuria y La Molina,
y actualmente son gestionadas por la empresa pública Ferrocarrils de
la Generalitat de Catalunya, Rassos de Peguera tuvo cerrar hace más
de nueve años y la de Llesuí hace 24. Boí Taüll, que acumula una
deuda superior a los 45 millones de euros, de los que 7,5 pertenecen
al Institut Català de Finances (ICF), se ha declarado en concurso de
acreedores y ha iniciado un ERE para sus 90 trabajadores. Conocedor
de los hechos, el delegado de la Generalitat en el Pirineo, Albert
Alins, ha manifestado que si no sale un gestor privado, el Gobierno
de CiU no permitirá que la estación cierre definitivamente. Además,
Josep Ramon Sanromà, consejero delegado del ICF, presiona al juez
para que resuelva el proceso concursal antes del próximo mes de
octubre, al tiempo que admite que la gestión de la estación puede
ser pública. En estas cuestiones Cataluña no es un caso único,
estos asuntos se repiten por el Sistema Central, Aragón y la
Cordillera Cantábrica.
En
otros casos las Administraciones han creado opacas sociedades de
capital público y régimen de empresas privadas, para manejar la
quimera del esquí-urbanismo, abanderando la especulación en la
montaña. La empresa Aramón en Aragón es el más desafortunado
ejemplo de esta práctica: con una deuda de 95 millones de euros y
una pérdida de 20 millones en la temporada pasada, se encuentra en
una situación crítica. El final de la burbuja inmobiliaria y la
crisis han puesto en una situación muy comprometida a estas
sociedades, que malviven con inyecciones anuales de millones de
euros, arrastrando tremendas deudas y anunciando drásticas
reducciones de plantillas. Una auditoría de sus cuentas revelaría
cosas inauditas.
Pero
en algunos valles se han extraído conclusiones, como en el Vall de
Boí, donde de cara al futuro se antepone la rentabilidad de los
espacios naturales protegidos frente al esquí. De hecho, empresarios
y alcaldes de la zona prefieren el Parque Nacional de Aigües Tortes
respecto la estación de esquí de Boí Taüll. La comarca vecina del
Pallars, que no es ajena al fenómeno, ha pedido a la Generalitat la
ampliación en un 25% de superficie del parque en su zona.
Ecologistas
en Acción no está radicalmente en contra del esquí y reconoce la
dinamización socioeconómica que supone para algunos valles, pero
creemos que ha llegado el momento de replantear sosegada y
responsablemente cambios en el modelo, que se establezcan los límites
y que se redimensione como una actividad complementaria en la
necesaria diversidad económica de las montañas.
Crónica de nuestra marcha a Bastarás
Una vez más marchamos hacia Bastarás, pero en está ocasión, a diferencia de las anteriores, estábamos de celebración. Tras casi cuatro décadas el monte público “Las Foces de Rodellar” volvía a recobrar en la práctica su carácter público, tras haber sido usurpado por FIMBAS. S.A, en la actualidad del grupo empresarial de Victorino Alonso.
El sábado 5 de mayo, pudimos acceder al mismo, sin necesidad de saltar valla alguna, y recorrerlo disfrutando de él, sin que saliera a nuestro paso ningún guarda de la empresa para indicarnos que estábamos en propiedad privada, cuando como han dicho los tribunales, nunca ha sido así.
En verde la parte de monte recuperado |
Aprovechamos el día para descender a Morrano, por el cada vez más perdido camino real de Boltaña y disfrutar de unos parajes impresionantes como el barranco de Foncina, el castillo, campos y robles centenarios de Naya, así como el salto de Tresus, aunque ese día no contaba con agua para lanzarse por las cerca de 40 metros de caída. Incluso hubo algun@ que se acercó hasta la entrada del Solencio de Morrano. Aunque hubo compañer@s que en la valoración consideraron larga la caminata, en definitiva fue un día de alegría en buena compañía, toda la gente que quiso disfrutar con nosotros de este momento, destacando una buena representación de los pueblos de la zona.
Estábamos pues de celebración: el monte público “Las Foces de Rodellar” vuelve a estar abierto tras más de 36 años vallado, para el disfrute de toda persona que quiera recorrerlo. Te invitamos a ello.
Te dejamos un enlace a un audio sobre el tema (programa A vivir Alto
Aragón de Radio Huesca) y un vídeo de nuestra marcha sobre Bastarás.
Testing fotográficos en la Gela y en la Ribagorza
En pleno proceso de
elaboración del testing fotográfico
reivindicativo de la zona que será atravesada por la autopista
eléctrica Peñalba – Monzón – Isona, nos llega el resultado de
una experiencia parecida de los miembros de “Le Gobie”, un grupo
de fotógrafos y realizadores franceses, a finales del mes de marzo,
por los valles pirenaicos de Saux y el Gela.
Como bien sabes,
estos hermosos valles están amenazados por el proyecto de la empresa
aragonesa Aramón de ampliar la estación de esquí de Piau-Engaly
hasta la frontera española, en las inmediaciones del túnel de
Bielsa. Y la explosión de imágenes de la presentación fotorgráfica
realizada por “Le Gobie” que acompaña estas líneas da una idea
clara de por qué, desde diferentes colectivos, nos oponemos a dicho
proyecto y de los espacios que quedarían irremediablemente dañados
de llevarse a cabo.
Estas iniciativas
son muy interesantes, pues trasmiten una idea de la gran diversidad
biológica y paisajística de zonas amenazadas por la ejecución de
grandes proyectos. Y por ello nos atrevemos a animarte a participar en el testing que se está realizando desde plataforma biodiversidad
virtual y la plataforma unitaria contra la autopista eléctrica
Monzón – Isona
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