Evitemos la aprobación de Castanesa


Apoya la petición on-line

El proyecto de la ampliación de la estación de esquí se encuentra en su última fase de aprobación.

Es un proyecto promovido por Aramón, empresa del Gobierno de Aragón y una entidad financiera (Ibercaja). Ha sido creado y desarrollado en los años de la burbuja inmobiliaria. Aramón también es propietaria de las estaciones de esquí de Formigal, Cerler, Panticosa, Javalambre y Valdelinares.


El proyecto de ampliación de Celer por Castanesa está vinculado al desarrollo urbanístico de 4.500 segundas residencias en el municipio de Montanuy (Huesca), donde solo viven 180 personas. Es un proyecto de gran impacto ambiental situado en el entorno del Parque Natural Posets Maladeta, donde cada invierno nieva menos a causa del calentamiento global.


Aramón tiene una deuda reconocida de más de 100 millones de € y solo en la última temporada de esquí perdió 22 millones de €. Esta sociedad lleva invertidos en el proyecto de Castanesa 30 millones de € que proceden de prestamos bancarios por los cuales cada año está pagando 2 millones de € en concepto de intereses.


Es un proyecto faraónico, diseñado por el arquitecto Norman Foster cuya inversión total se calcula inicialmente en 400 millones de €.


La coyuntura actual de crisis económica hace totalmente inviable la financiación del proyecto mediante las plusvalías inmobiliarias, tal como en principio se pretendía, por lo que se pagará a base de ampliaciones de capital de la sociedad gestora, provenientes de fondos públicos.


Esta tentativa de aprobación demuestra que el Gobierno de Aragón tiene la voluntad política de mantener las inversiones especulativas propias de otras épocas que nos han llevado a la penosa situación actual. Y, mientras sigue recortando servicios básicos como la sanidad, la educación, las prestaciones por desempleo u otras inversiones prioritarias, con la excusa de la falta de recursos. Así vemos como el dinero de todos se dedica a proyectos insostenibles e insolidarios.


No hay nada que sustente este proyecto salvo la visión obsoleta e interesada de unos gestores políticos y económicos que no son capaces de entender la realidad que les rodea ni de trabajar por el bien común. 


Reflexiones sobre el anuncio de aprobación de la estación de esquí de Castanesa

  1. Valle de Castanesa

    1. - En Argentina le dicen “el último manotazo del ahogado”, en el mus se llama el órdago del desesperado. Aramón debe 120 millones de euros y tiene una sola oportunidad, con la habitual complicidad de nuestros gobernantes (el señor Bono está en los dos lados) han decidido pedir otro préstamo (el banco siempre les dice sí, ojo al dato), ir al casino y apostarlo todo al trece, rojo y par y si la jugada sale mal, nosotros hemos perdido otro montón de dinero que son hospitales, escuelas y puestos de trabajo en sectores con mucho mejor futuro que el esquí. Hacerlo en el verano en que se va a batir el récord histórico de calor en el Pirineo y cuando hace cuatro días que la DGA tuvo que avalar a la empresa para que no entrase en suspensión de pagos, con problemas hasta para pagar la luz a Endesa, es un despropósito mayúsculo. El gobierno debe dar explicaciones más coherentes que las demasiado absurdas de los retornos o que la nieve es un sector estratégico, o el cuento de que el 10% del PIB aragonés se lo debemos a Aramón, informaciones de economistas que estudiaron en la universidad de la lechera del cuento. Si esperan con esta torpe maniobra que sus solares de Castanesa pasen a valer algo distinto de lo que son, prados de vacas, van dados. Los que tenían que comprar sus viviendas de segunda residencia no tienen ni para la primera, están en el paro, o ganan una miseria y los pocos en situación de invertir no lo harán en un sector ruinoso hasta que se les olvide la catástrofe. Los expertos consideran razonable esperar treinta años para que volvamos a sucumbir al mismo espejismo.

    2. - Los medios aragoneses han publicitado generosamente la necesidad de incorporar a Aramón las estaciones privadas aragonesas, en estado económico tan comatoso o más que ella misma. Empezar un proyecto de unión de catástrofes (al menos para el erario público) sin comenzar siquiera el anterior proyecto fallido (Nieve Castanesa lleva perdidos treinta millones y paga casi dos millones de intereses anuales sin amortizar nada de capital) es imposible: los políticos que montaron el asunto exigen razonablemente que se solucionen sus negocios por riguroso orden de turno, de manera que para pasar al negocio Astún-Candanchú, tiene que estar al menos apañado en lo posible el negociete Castanesa.

    3. - El gobierno miente a los ciudadanos aragoneses a quienes se ha dicho hasta la saciedad que no hay dinero para mantener servicios básicos como la sanidad, la educación o las prestaciones por desempleo. Esta aprobación demuestra que no falta dinero, sino que el gobierno tiene la voluntad política de desmontar cualquier atisbo de sociedad justa e igualitaria. 

    4. -Esta maniobra es ingeniería financiera: los terrenos de Castanesa no son urbanizables hasta que se construya “la estación de esquí de Castanesa” por lo que actualmente deberían figurar en los libros de contabilidad por una miseria y si haciendo un remonte multiplican el precio de los prados por mil y los bancos se lo creen pues adelante con el farol.

    5. -El Heraldo de Aragón dice que el informe de impacto ambiental caduca a los dos años desde que lo apruebe Rudí esta semana, no es cierto caduca a los dos años desde que se tramitó y aprobó, quedaría obsoleto esta navidad. Es otra razón para que Aramón presione enérgicamente.

    6.- Al otro lado del Noguera-Ribagorzana, y a vista de pájaro desde el pico Gallinero de la estación de Cerler, está la estación de esquí de Boí-Taull. A ella se llega por la misma N-230 por donde deberían llegar los esquiadores a Castanesa. Esta estación catalana se encuentra actualmente en suspensión de pagos. Tiene una deuda de 45 millones de euros, los 90 empleados de su plantilla están en un ERE hasta octubre, a la espera que la Generalitat acuda a su rescate y puedan abrir las pistas con los menores costes posibles. La apertura de Castanesa solo conseguiría multiplicar las cuantiosas perdidas de ambas, pues tal como reconoce Aramón se nutrirían de la misma clientela que circula por la N-230. Ambas tienen muchos puntos en común: Boi-Taull es propiedad de una conocida empresa aragonesa, Nozar, cuyos propietarios son amigos de la cúpula de Aramón y del olvidado señor Iglesias. En los inicios del proyecto de Castanesa llegaron a firmar un contrato de intenciones por el cual venderían a Nozar los terrenos recalificados de Castanesa y ellos construirían las 2.500 viviendas cuyas plusvalías se destinarían a la estación de esquí.

    7. - El señor Nadal, consejero socialista del anterior gobierno de Cataluña dijo, harto de que las estaciones catalanas le pidieran un modelo similar al aragonés: "el modelo Aramón se lo tendrán que comer los aragoneses con patatas en menos de diez años". Acertó de pleno. Seguimos en manos de los desaprensivos que nos han arrojado a este pozo, y siguen cavando cada vez más hondo. Y así estamos, tristes, pobres y cansinos, a la espera que una desconocida deidad, el gobierno está absolutamente descartado, se apiade de nosotros.


Solicitada inspección de las granjas en construcción de Juseu



Fuente: Radio Huesca

Desde Ecologistas en Acción Ribagorza solicitan, al Ayuntamiento de Graus, que se inspeccionen las instalaciones que se están construyendo en el polígono 9, parcela 45 de Juseu, destinadas a acoger una granja de vacas, por irregularidades, entre ellas, inexactitudes en el informa urbanístico en lo que edificaciones se refiere.

Destacan que sin haber hecho una medición exhaustiva de la obra ejecutada, “constatamos que ni las dimensiones, ni la tipología, ni la ubicación de los diversos elementos construidos se corresponden con exactitud con lo proyectado”. Añaden además que “en el proyecto consultado no se fijan con exactitud las dimensiones del movimiento de tierras realizado en las tres grandes terrazas excavadas que constituyen una actuación que afecta al estado medioambiental de la ladera sobre la que se asienta”.

Por ello, desde la agrupación consideran grave la actuación del ayuntamiento que, “recogiendo la alegación presentada por la promotora, ante la paralización ordenada por la Alcaldía, legaliza toda la actuación realizada impidiendo, de esta forma, una posible actuación del INAGA que, ante la magnitud de la obra, quizá hubiera podido tener alguna consideración al respecto”. Denuncian también que en la terraza superior existe una construcción de hormigón armado que no queda recogida en el proyecto y, por ende, en el Informe Técnico que justifica la concesión de la Licencia Ambiental y de Construcción. 

Afirman además que “no consta documentación alguna respecto a los caminos de acceso a las instalaciones” y que “por lo que respecta al consumo de agua, hay una valoración “a la baja” para una sola granja”. Inciden que es necesario un seguimiento riguroso de cuantas iniciativas en materia de abastecimiento se realicen en la zona, así como de las afecciones que un abastecimiento con camiones-cisternas pueda representar para la carretera de acceso a la instalación, que lo es también para el núcleo de Juseu y finalizan pidiendo que se exija también el control de las afecciones que sobre las aguas subterráneas pueda tener esta instalación.

Por todo ello, desde Ecologistas en Acción Ribagorza, solicitan la valoración medioambiental del desmonte realizado por parte del organismo competente, así como la inspección por parte de los servicios técnicos municipales para que contrasten la realidad de la obra ejecutada con la recogida en la licencia otorgada, tomando, en caso de que fuese necesario, las medidas oportunas de cara a la restitución de la legalidad urbanística.

Solicitan también que, desde el punto de vista medioambiental, se contemplen las actuaciones que la promotora tiene en tramitación en este momento, como un conjunto y que cualquier valoración técnica o medioambiental se realice sobre el total de actuaciones previstas y que el ayuntamiento realice una labor de seguimiento y evaluación de las afecciones que puedan sucederse. 

El oscuro futuro del deporte blanco


Artículo publicado en la revista Ecologista,nº 73, verano 2012

El oscuro futuro del deporte blanco. Estaciones de esquí

Mariano Polanco (Miembro de Ecologistas en Acción Sabiñánigo, esquiador y habitante de la montaña).


Los paisajes de montaña se formaron con una gran lentitud y atesoran demasiada belleza y valor como para ser destruidos o degradados del modo en que lo estamos haciendo. La industria del esquí y sus desmesurados desarrollos urbanísticos son en buena parte responsables de esta situación.

El sector del esquí acaba de sufrir otro duro revés al final de una de las peores temporadas de las últimas décadas por falta de nieve y agotamiento del insostenible modelo por el que han optado la mayoría de las estaciones. Hace siete años, en el IV Congreso Mundial de Turismo de Nieve y Montaña, los expertos de todo el mundo advirtieron del agotamiento del patrón del negocio del esquí y una de las voces más pesimistas fue la de su secretario general, Francesco Frangialli, que aseguró: “El negocio
de la nieve tira piedras a su propio tejado al mantener el modelo actual”.

Cañones contra el cambio climático

La complicada situación vigente es el resultado de una imprudente y precipitada huida hacia adelante tratando de tomar ventaja a unas condiciones meteorológicas y económicas cada vez más desfavorables. La ostensible disminución de precipitaciones de nieve se ha tratado de paliar con costosísimos sistemas de innivación artificial, pero las crecientes adversidades van desbordando las capacidades de los cañones de nieve, el aumento de las temperaturas reduce su utilización y otras veces funde en pocas horas la nieve producida con un alto coste energético y ambiental. Estos equipamientos requieren
de enormes balsas de acumulación y de captaciones de agua en los cursos de los ríos de montaña provocando impactos y deteriorando su zona más frágil y vulnerable además de alterar el ciclo hidrológico en la alta montaña.

La costosa inversión y el alto gasto de funcionamiento está empezando a ser un lastre en vez de una solución y además las perspectivas climáticas son muy hostiles. Jean Paul Ceron, del Centro de Derechos Ambientales de la Universidad de Limoges, advierte de que esas millonarias inversiones podrían quedar en nada si el cambio climático sigue desbordando las predicciones. Caso paradigmático ha sido el incendio del pasado marzo en el Valle de Castanesa (Pirineo aragonés) en el que las llamas subían quemando pastizales hasta las cumbres a 2.600 metros de altura y luego descendían por los valles contiguos. Resultaba desolador contemplar que donde hace años se acumulaba la nieve, el fuego calcinaba los pastos de montaña. Incluso así el Gobierno de Aragón mantiene el propósito de desarrollar una inviable y megalómana estación de esquí con macroedificios en collados a 2.300 m de altura y pretende construir 4.000 viviendas en un valle habitado por menos de 100 vecinos.

El binomio nieve-ladrillo

Construcción de un aparcamiento en Formigal, inicialmente previsto para 3.000
plazas, la desestabilización de la ladera lo redujo a 1.200.
A las hostiles condiciones meteorológicas se ha sumado el equivocado modelo seguido, que ha depositado en el insostenible binomio nieve-ladrillo todas las proyecciones a futuro. Las estaciones de esquí son empresas deficitarias, que han sustentado su financiación con la urbanización de zonas periféricas recalificadas de rústicas a urbanizables. Esta prebenda está indisolublemente asociada a la concesión del aprovechamiento, para el esquí, del monte público. Agotada la superficie edificable, la crisis estaba asegurada, pero las Administraciones han ido colaborando con la ampliación de estas zonas o la hipertrofia urbanística de los pueblos del entorno.

La faceta más oscura se ha manifestado cuando las Administraciones autonómicas –sobre todo el Gobierno de Aragón– han tomado bajo su tutela estas empresas, protagonizando los peores ejemplos de especulación urbanística y la adopción de tipos de estaciones de esquí tremendamente destructivas. En vez de adaptar los proyectos al relieve de las montañas, se ha optado por intervenir de forma devastadora, desfigurando la montaña y desestabilizando laderas con un coste y destrucción ambientales irrecuperables. La misma administración que promueve estas actuaciones es la que rige todo el procedimiento de evaluación ambiental de los proyectos, con lo que el resultado positivo está garantizado, con algún irrelevante recorte. La artimaña ya es vieja y muy conocida: “Proyecta una monstruosidad para que te autoricen una barbaridad”. Y con esta simpleza la autoridad ambiental intenta un imposible lavado de cara.

Al destrozo paisajístico y ambiental habría que añadir el patrimonial. En el Pirineo aragonés, un espantoso edificio de apartamentos, hunde sus cimientos en el yacimiento del monasterio medieval de Santa Cristina de Somport y varios monumentos megalíticos han sido afectados en su estructura o con la degradación del entorno.

Además, con la connivencia de casi todas las Administraciones, las estaciones de esquí existentes, sus ampliaciones y las proyectadas, han disfrutado de unos inexplicables privilegios para sortear todos los impedimentos legales, ya sean urbanísticos, ambientales o de cualquier otra índole. Desgraciadamente en el tema que nos ocupa la práctica de los hechos consumados ha sido una conducta practicada con prepotente frecuencia. Hasta tal punto que las Administraciones ante sentencias contrarias de los tribunales, han llegado a
modificar leyes de protección ambiental para tratar de emplazar instalaciones de esquí en Parques Naturales, descatalogando zonas de alto valor ecológico, dando cobertura a maniobras de especulación urbanística que son el auténtico fin de la iniciativa. El proyecto de estación de esquí de San Glorio en las montañas cantábricas es el paradigma de estas prácticas. Pero más lamentable es el caso de Port Ainé, una estación que vivió un proceso parecido y que creó polémica desde su apertura debido a que se instaló en una zona de máximo interés ecológico que albergaba una importante población de urogallo: cuando su situación económica llegó a ser inviable el Instituto Catalán de Finanzas acudió en su socorro; y cuando no pudo hacer frente ni a los intereses de los créditos concedidos, la Generalitat tuvo que hacerse cargo de ella.

A cargo del contribuyente

Las estaciones más deficitarias regidas por empresas privadas suelen contar con injustificables créditos otorgados por entidades administrativas. Cuando les resulta imposible afrontar la amortización y llegan al colapso económico son integradas en empresas públicas, soportando los ciudadanos las deudas acumuladas, los gastos de explotación y los costos de renovación de equipamientos. La Generalitat de Cataluña se ha hecho cargo de las deficitarias estaciones de Port Ainé, Espot, Vall Nuria y La Molina, y actualmente son gestionadas por la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, Rassos de Peguera tuvo cerrar hace más de nueve años y la de Llesuí hace 24. Boí Taüll, que acumula una deuda superior a los 45 millones de euros, de los que 7,5 pertenecen al Institut Català de Finances (ICF), se ha declarado en concurso de acreedores y ha iniciado un ERE para sus 90 trabajadores. Conocedor de los hechos, el delegado de la Generalitat en el Pirineo, Albert Alins, ha manifestado que si no sale un gestor privado, el Gobierno de CiU no permitirá que la estación cierre definitivamente. Además, Josep Ramon Sanromà, consejero delegado del ICF, presiona al juez para que resuelva el proceso concursal antes del próximo mes de octubre, al tiempo que admite que la gestión de la estación puede ser pública. En estas cuestiones Cataluña no es un caso único, estos asuntos se repiten por el Sistema Central, Aragón y la Cordillera Cantábrica.

En otros casos las Administraciones han creado opacas sociedades de capital público y régimen de empresas privadas, para manejar la quimera del esquí-urbanismo, abanderando la especulación en la montaña. La empresa Aramón en Aragón es el más desafortunado ejemplo de esta práctica: con una deuda de 95 millones de euros y una pérdida de 20 millones en la temporada pasada, se encuentra en una situación crítica. El final de la burbuja inmobiliaria y la crisis han puesto en una situación muy comprometida a estas sociedades, que malviven con inyecciones anuales de millones de euros, arrastrando tremendas deudas y anunciando drásticas reducciones de plantillas. Una auditoría de sus cuentas revelaría cosas inauditas.

Pero en algunos valles se han extraído conclusiones, como en el Vall de Boí, donde de cara al futuro se antepone la rentabilidad de los espacios naturales protegidos frente al esquí. De hecho, empresarios y alcaldes de la zona prefieren el Parque Nacional de Aigües Tortes respecto la estación de esquí de Boí Taüll. La comarca vecina del Pallars, que no es ajena al fenómeno, ha pedido a la Generalitat la ampliación en un 25% de superficie del parque en su zona.

Ecologistas en Acción no está radicalmente en contra del esquí y reconoce la dinamización socioeconómica que supone para algunos valles, pero creemos que ha llegado el momento de replantear sosegada y responsablemente cambios en el modelo, que se establezcan los límites y que se redimensione como una actividad complementaria en la necesaria diversidad económica de las montañas.

Crónica de nuestra marcha a Bastarás




Una vez más marchamos hacia Bastarás, pero en está ocasión, a diferencia de las anteriores, estábamos de celebración. Tras casi cuatro décadas el monte público “Las Foces de Rodellar” volvía a recobrar en la práctica su carácter público, tras haber sido usurpado por FIMBAS. S.A, en la actualidad del grupo empresarial de Victorino Alonso.

El sábado 5 de mayo, pudimos acceder al mismo, sin necesidad de saltar valla alguna, y recorrerlo disfrutando de él, sin que saliera a nuestro paso ningún guarda de la empresa para indicarnos que estábamos en propiedad privada, cuando como han dicho los tribunales, nunca ha sido así.

En verde la parte de monte recuperado
La última vez que estuvimos fue, precisamente, para denunciar las sucias maniobras de la empresa, a la que ya estamos más que acostumbrados, para impedir que el Gobierno de Aragón de Aragón, cumpliendo subsidiariamente las correspondientes sentencias judiciales, retirara la valla del monte público. Pero finalmente, este muro (valla) ha caído y no será el último dado que la última sentencia de este culebrón, la del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, recoge la retirada de la totalidad del vallado de Bastarás en dos años. A pesar del recurso de la empresa, cada vez está más cerca el final de esta finca cinegética.

Aprovechamos el día para descender a Morrano, por el cada vez más perdido camino real de Boltaña y disfrutar de unos parajes impresionantes como el barranco de Foncina, el castillo, campos y robles centenarios de Naya, así como el salto de Tresus, aunque ese día no contaba con agua para lanzarse por las cerca de 40 metros de caída. Incluso hubo algun@ que se acercó hasta la entrada del Solencio de Morrano. Aunque hubo compañer@s que en la valoración consideraron larga la caminata, en definitiva fue un día de alegría en buena compañía, toda la gente que quiso disfrutar con nosotros de este momento, destacando una buena representación de los pueblos de la zona.

Estábamos pues de celebración: el monte público “Las Foces de Rodellar” vuelve a estar abierto tras más de 36 años vallado, para el disfrute de toda persona que quiera recorrerlo. Te invitamos a ello.

Te dejamos un enlace a un audio sobre el tema (programa A vivir Alto Aragón de Radio Huesca) y un vídeo de nuestra marcha sobre Bastarás.



Testing fotográficos en la Gela y en la Ribagorza



En pleno proceso de elaboración del testing fotográfico reivindicativo de la zona que será atravesada por la autopista eléctrica Peñalba – Monzón – Isona, nos llega el resultado de una experiencia parecida de los miembros de “Le Gobie”, un grupo de fotógrafos y realizadores franceses, a finales del mes de marzo, por los valles pirenaicos de Saux y el Gela.

Como bien sabes, estos hermosos valles están amenazados por el proyecto de la empresa aragonesa Aramón de ampliar la estación de esquí de Piau-Engaly hasta la frontera española, en las inmediaciones del túnel de Bielsa. Y la explosión de imágenes de la presentación fotorgráfica realizada por “Le Gobie” que acompaña estas líneas da una idea clara de por qué, desde diferentes colectivos, nos oponemos a dicho proyecto y de los espacios que quedarían irremediablemente dañados de llevarse a cabo.

Estas iniciativas son muy interesantes, pues trasmiten una idea de la gran diversidad biológica y paisajística de zonas amenazadas por la ejecución de grandes proyectos. Y por ello nos atrevemos a animarte a participar en el testing que se está realizando desde plataforma biodiversidad virtual y la plataforma unitaria contra la autopista eléctrica Monzón – Isona