Hace unos meses dedicábamos una de nuestras entradas una de nuestras entradas a este tema y por su importancia no nos resistimos a seguir informando.
El cambio de calificación de unos suelos de no
urbanizables protegidos a genéricos, por parte del ayuntamiento de Estadilla,
Huesca, en mitad de la tramitación de su Plan General de Ordenación Urbana
puede permitir la explotación de varias canteras de caliza a cielo abierto en
la Sierra de la Carrodilla, espacio que cuenta con una biodiversidad que es
necesario proteger.
Por un lado se va a afectar a una de las tres parejas de el
águila-azor perdicera, que tiene en esta sierra
uno de sus bastiones.
Con una regresión del 77% en los últimos 15 años, ha sido declarada especie
en peligro de extinción y es la rapaz más amenazada de Aragón.
Las canteras proyectadas se
emplazan a menos de 200 mts de la Grallera de Estadilla, sima ocupada por el pequeño
coleóptero cavernícola Trapezodirus
carrodillae que vive en el subsuelo de la zona. Está especie endémica de la provincia de
Huesca solo se distribuye en esta zona y la explotación de las canteras podría
suponer la desaparición de una de las dos poblaciones conocidas, razón mas que
suficiente para que la Declaración de Impacto Ambiental hubiera sido negativa.
Por otro lado existen pinturas rupestres en las cercanías
del proyecto que han sido catalogadas como Patrimonio Mundial de la UNESCO y
que de realizarse el proyecto perderían parte de su valor cultural pues su
entorno quedaría deteriorado. El impacto paisajístico y visual de las
canteras será de máxima magnitud, puesto que serán visibles desde varias
localidades y desde las carreteras N-260, N-240 y la autovía Huesca-Lérida
afectando a relieves significativos del frente oeste de la sierra como son La
Palomera o la Peña de los Alpargateros.
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