Valle de Castanesa
1. - En Argentina le dicen “el último manotazo del ahogado”, en el mus se llama el órdago del desesperado. Aramón debe 120 millones de euros y tiene una sola oportunidad, con la habitual complicidad de nuestros gobernantes (el señor Bono está en los dos lados) han decidido pedir otro préstamo (el banco siempre les dice sí, ojo al dato), ir al casino y apostarlo todo al trece, rojo y par y si la jugada sale mal, nosotros hemos perdido otro montón de dinero que son hospitales, escuelas y puestos de trabajo en sectores con mucho mejor futuro que el esquí. Hacerlo en el verano en que se va a batir el récord histórico de calor en el Pirineo y cuando hace cuatro días que la DGA tuvo que avalar a la empresa para que no entrase en suspensión de pagos, con problemas hasta para pagar la luz a Endesa, es un despropósito mayúsculo. El gobierno debe dar explicaciones más coherentes que las demasiado absurdas de los retornos o que la nieve es un sector estratégico, o el cuento de que el 10% del PIB aragonés se lo debemos a Aramón, informaciones de economistas que estudiaron en la universidad de la lechera del cuento. Si esperan con esta torpe maniobra que sus solares de Castanesa pasen a valer algo distinto de lo que son, prados de vacas, van dados. Los que tenían que comprar sus viviendas de segunda residencia no tienen ni para la primera, están en el paro, o ganan una miseria y los pocos en situación de invertir no lo harán en un sector ruinoso hasta que se les olvide la catástrofe. Los expertos consideran razonable esperar treinta años para que volvamos a sucumbir al mismo espejismo.
2. - Los medios aragoneses han publicitado generosamente la necesidad de incorporar a Aramón las estaciones privadas aragonesas, en estado económico tan comatoso o más que ella misma. Empezar un proyecto de unión de catástrofes (al menos para el erario público) sin comenzar siquiera el anterior proyecto fallido (Nieve Castanesa lleva perdidos treinta millones y paga casi dos millones de intereses anuales sin amortizar nada de capital) es imposible: los políticos que montaron el asunto exigen razonablemente que se solucionen sus negocios por riguroso orden de turno, de manera que para pasar al negocio Astún-Candanchú, tiene que estar al menos apañado en lo posible el negociete Castanesa.
3. - El gobierno miente a los ciudadanos aragoneses a quienes se ha dicho hasta la saciedad que no hay dinero para mantener servicios básicos como la sanidad, la educación o las prestaciones por desempleo. Esta aprobación demuestra que no falta dinero, sino que el gobierno tiene la voluntad política de desmontar cualquier atisbo de sociedad justa e igualitaria.
4. -Esta maniobra es ingeniería financiera: los terrenos de Castanesa no son urbanizables hasta que se construya “la estación de esquí de Castanesa” por lo que actualmente deberían figurar en los libros de contabilidad por una miseria y si haciendo un remonte multiplican el precio de los prados por mil y los bancos se lo creen pues adelante con el farol.
5. -El Heraldo de Aragón dice que el informe de impacto ambiental caduca a los dos años desde que lo apruebe Rudí esta semana, no es cierto caduca a los dos años desde que se tramitó y aprobó, quedaría obsoleto esta navidad. Es otra razón para que Aramón presione enérgicamente.
6.- Al otro lado del Noguera-Ribagorzana, y a vista de pájaro desde el pico Gallinero de la estación de Cerler, está la estación de esquí de Boí-Taull. A ella se llega por la misma N-230 por donde deberían llegar los esquiadores a Castanesa. Esta estación catalana se encuentra actualmente en suspensión de pagos. Tiene una deuda de 45 millones de euros, los 90 empleados de su plantilla están en un ERE hasta octubre, a la espera que la Generalitat acuda a su rescate y puedan abrir las pistas con los menores costes posibles. La apertura de Castanesa solo conseguiría multiplicar las cuantiosas perdidas de ambas, pues tal como reconoce Aramón se nutrirían de la misma clientela que circula por la N-230. Ambas tienen muchos puntos en común: Boi-Taull es propiedad de una conocida empresa aragonesa, Nozar, cuyos propietarios son amigos de la cúpula de Aramón y del olvidado señor Iglesias. En los inicios del proyecto de Castanesa llegaron a firmar un contrato de intenciones por el cual venderían a Nozar los terrenos recalificados de Castanesa y ellos construirían las 2.500 viviendas cuyas plusvalías se destinarían a la estación de esquí.
7. - El señor Nadal, consejero socialista del anterior gobierno de Cataluña dijo, harto de que las estaciones catalanas le pidieran un modelo similar al aragonés: "el modelo Aramón se lo tendrán que comer los aragoneses con patatas en menos de diez años". Acertó de pleno. Seguimos en manos de los desaprensivos que nos han arrojado a este pozo, y siguen cavando cada vez más hondo. Y así estamos, tristes, pobres y cansinos, a la espera que una desconocida deidad, el gobierno está absolutamente descartado, se apiade de nosotros.
Reflexiones sobre el anuncio de aprobación de la estación de esquí de Castanesa
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